Preparación:
Jugo del agua de rosas.
El día anterior, en un litro de agua, llevamos al hervor las 6 hojas de gelatina. Enfriamos durante una noche y rompemos con una cucharada para utilizar el jugo semiespeso.
Fruta.
Pelamos y cortamos una media luna con la piña, salteamos con mantequilla y caramelizamos. Para que la piña quede crujiente, cortamos muy finas 4 rodajas, las pintamos con jarabe y dejamos secar sobre silpat en el horno a 80 ºC entre 2 y 3 horas.
Pelamos los plátanos, caramelizamos y flambeamos con ron; añadimos los zumos de cítricos, las pasas y los pistachos, y reducimos hasta obtener una salsa.
Presentación.
Montamos en un plato hondo la piña y el plátano. Regamos con la salsa y decoramos con la teja de cítrico, coco rallado sobre el plátano, y polvo de naranja hecho con piel de naranjas secas y trituradas.
En el último momento, ponemos una quenefa ovalada de helado, un «chip» de piña cristalina y una raya del jugo gelatinado de agua de rosas.