La Yerba Mate, que suele ser más famosa por su nombre mate a secas, posee numerosas propiedades y efectos beneficiosos para nuestro cuerpo que nos pueden ayudar a conservar un buen estado de salud. Aunque no estemos familiarizados con ella, seguramente hayamos visto en cierta ocasión a alguien tomando mate o, hasta puede que ya lo hayamos consumido en alguna de sus muchas variantes. Podemos beberlo dulce, amargo, con leche, acompañado de otras hierbas, con té, cocido o frío.
La preparación de la yerba mate tiene un procedimiento fácil, aunque a la vez posee un aura tradicional y su consumo es todo un ritual. Para elaborar un buen mate debemos poner la yerba mate en una vasija o recipiente, hay que taparlo, agitarlo boca abajo y luego agregarle agua tibia. A continuación debemos dejarlo reposar unos pocos minutos y luego acabaremos llenando el recipiente con agua, pero esta vez caliente. Una vez terminemos de añadir el agua, colocaremos una pajita o bombilla (que es una caña fina metálica que sirve para filtrar el mate al beberlo), y dejaremos reposar otros dos minutos, quedando listo para tomar.
Consumir mate está generalmente relacionado a una costumbre social: en estas situaciones, existe una persona que se encarga de preparar el mate. Una vez elaborado se comparte entre toda la gente, pasándolo de una persona a otra. Normalmente se toma dulce, pero hay personas que se inclinan por el que tiene un sabor amargo.
Aparte de emplearse como una práctica en las reuniones sociales, la yerba mate es una bebida que ha transgredido su lugar de procedencia gracias a todos los beneficios que nos puede ofrecer. Actualmente se puede encontrar mate en algún Supermercado internacional como el de Super Lekker, que posee tienda física en el centro de Barcelona y también una tienda online, así que si queremos incorporar esta bebida tan saludable a nuestra rutina diaria, lo tenemos muy fácil.
La yerba mate procede de un árbol del mismo nombre que crece en los valles de los ríos de Paraguay, Uruguay y el área argentina de Paraná. Su origen se remonta al empleo que hacían los indígenas guaraníes de la misma. Estos nativos utilizaban las hojas de la yerba mate para beber, con propósitos de culto y también como moneda de cambio. Para los guaraníes, la yerba mate era apreciada por creer que era un regalo de los dioses. Sin embargo fueron los conquistadores quienes se encargaron de extender la tradición de tomarla a otros países como Argentina, Bolivia, Chile y Brasil. Más tarde los jesuitas empezaron a cultivarla, ayudando así a extender su popularidad fuera del territorio del que era oriunda.
El árbol de la yerba mate puede alcanzar una altura de unos 16 metros, pero normalmente se realiza la poda cuando llega a los 3 metros. Cuando es tiempo de cosecharlo, se reúnen las hojas y se dejan secar, para más tarde darles corte y molerlas. Con este procedimiento se consigue la yerba con la que se elabora esta popular bebida llamada mate. Para dar cuenta de su notoriedad en Argentina, os podemos decir que actualmente hasta se elaboran mates con sabores, existiendo mate de naranja, limón, pomelo o café. El sabor del mate es bastante amargo, y debido a eso no todas las personas son capaces de beberla sin antes haberle añadido algún edulcorante natural.
Para tomar el mate se suele utilizar un característico recipiente al que se denomina también mate si es de tamaño grande y tiene la boca ancha, o porongo en caso de tener forma similar a una calabaza pequeña. Debido a su popularidad existen mates de diferentes materiales, como porcelana, cristal, madera o incluso plata. Aparte del recipiente, el mate se acompaña de la caña de metal o bombilla que habíamos comentado antes y un termo. Por una parte encontramos la yerbera, que es donde se aloja la hierba mate, y por otro hallamos el termo que alberga el agua caliente y la azucarera, en caso de preferir un mate dulce. Todos estos componentes son vitales para hacer un buen mate.
Su elaboración tiene un carácter ceremonial, ya que se respeta la manera primitiva en que lo hacían los nativos guaraníes. Usar esta técnica ayuda a intensificar los beneficios de consumir yerba mate, ya que es en su procedimiento de elaboración donde reside el mantenimiento de los elementos nutritivos del mate.
Alguna de las cualidades positivas de la yerba mate es su efecto depurativo. Como posee un enorme poder diurético, nos permite la expulsión de toxinas del cuerpo y nos ayuda a prevenir condensaciones elevadas de urea, favoreciendo la desintoxicación. También cabe recalcar su efecto antioxidante, que es equiparable a las propiedades del té verde. Ya conocemos la importancia que poseen los antioxidantes en nuestra alimentación para evitar virus, gérmenes y toda clase de afecciones. El mate puede ayudarnos a batallar contra los radicales libres y reforzar nuestras defensas. Posee, aparte, vitaminas del grupo B, concretamente B1, B2, B3 y B5. También nos brinda vitaminas del grupo C y E, aparte de minerales como el hierro, el potasio y el magnesio. Su volumen de aminoácidos es muy alto, ya que muestra más de diez clases de los mismos.
Otro de sus atributos es que favorece el desarrollo del colesterol bueno y disminuye las cantidades de colesterol malo en el torrente sanguíneo. Se ha comprobado en muchas investigaciones el efecto beneficioso que tiene sobre el colesterol. Aparte posee cualidades energizantes, ya que uno de sus elementos es la cafeína, y gracias a esto consigue estimular el sistema nervioso y la actividad mental. Aun así, cabe destacar que el aporte de cafeína es menor que el que contienen bebidas como el cacao o el café, por lo que podemos considerarlo un estimulante suave. Tiene una gran cantidad de polifenoles, y entre ellos contiene una mayor cantidad de ácido clorogénico y quercetina, poseyendo este último considerables propiedades terapéuticas: es especialmente efectivo en la cura y prevención de trastornos cerebrovasculares.
Debido a estas cualidades, la yerba mate es una bebida que nos brinda muchos beneficios, algo que es bueno tener en cuenta.
Si nos atenemos a su enorme poder antioxidante, la yerba mate nos aporta el beneficio de desechar los radicales libres de nuestras células, y por ende nos ayudará a prevenir enfermedades neurodegenerativas, diversas cardiopatías y hasta algunas clases de cáncer. Continuando con esa misma cualidad antioxidante, es capaz de protegernos ante trastornos como el Alzheimer, la artritis o la diabetes, así como toda clase de enfermedades cardiovasculares y, ante todo y visiblemente en la piel, disminuye los efectos del envejecimiento.
En cuanto al nutrido aporte de aminoácidos que contiene, podemos enumerar una extensa lista de beneficios. Evita las alergias, el asma, la anemia y sirve para restaurar los tejidos dañados, protegiendo las células nerviosas y eliminando los metales pesados del cuerpo. También sirve incluso para acrecentar la libido gracias a su efecto sobre el sistema circulatorio y hormonal. Equilibra los niveles de azúcar en sangre y favorece el desarrollo de huesos, tejidos y músculos. También ayuda en los procesos de cicatrizado e incrementa la producción de la hormona del crecimiento. Impulsa la creación de colágeno, la elastina (que es la proteína que permite que los tejidos recuperen su forma normal tras un esfuerzo) y el esmalte de los dientes.
Aparte, en otros ámbitos del organismo, impide el acopio de grasa en el hígado y permite la buena marcha de la vesícula biliar. Y rescatando el poder diurético del que ya hemos hablado, este mismo nos permite eliminar la grasa corporal, por lo que es de gran ayuda en las dietas de adelgazamiento. A la vez, fomenta la creación de anticuerpos, mejorando así el sistema inmune.
Como veis, con estas incontables propiedades podemos asegurar que tomar mate nos protegerá de contraer enfermedades y, a la vez, mejorará nuestra salud.