En el mundo de los fiambres, uno de los reyes indiscutibles es el jamón york, que se ha convertido en un alimento imprescindible en dietas y platos debido a su sabor y propiedades beneficiosas para el organismo. Tanto es así que muchas empresas, como Campofrío, se preocupan de cuidar mucho este tipo de productos.
Debido a su bajo poder calórico, el jamón york se recomienda en dietas de adelgazamiento para mantener nuestro peso controlado. El jamón york, por ejemplo, tiene la mitad de calorías que el jamón curado, aportando tan sólo 100 calorías por cada 100 gramos. Si lo comparamos con el chorizo u otro embutido similar, nos encontramos con que tiene tres veces menos calorías, convirtiéndolo en un gran aliado para cualquier dieta hipocalórica. Otra ventaja de los fiambres es que tiene un alto nivel proteínico, y ya sabemos lo importante que es esto también para una dieta, pues está demostrado que las proteínas consiguen saciarnos el hambre. Si conseguimos una gran cantidad de proteínas ingiriendo pocas calorías, como ocurre con una carne magra como el jamón york, habremos encontrado un alimento equilibrado que nos aporte proteínas de calidad y nos hará sentir llenos.
Otra propiedad del jamón york es su bajo nivel de colesterol, constituyendo un factor muy importante para nuestra alimentación, ya que en los tiempos que corren, esto es algo que nos cuesta controlar. Si padecemos algún problema con el colesterol, como un nivel descompensado de colesterol total o la suma del colesterol bueno y malo, podemos estar seguros de que comer jamón york nos ayudará a restablecerlo. Incluso podemos combinarlo con alimentos que posean un gran contenido de fibra y potasio como la lechuga, el tomate o el pepino, ya que reforzaremos la reducción drástica de nuestro nivel de colesterol.
Entre los valiosos nutrientes para nuestro organismo, nos encontramos con que el jamón york posee un alto nivel de vitaminas del grupo B, que son buenas para el sistema nervioso, nos ayudan a relajarnos con mayor facilidad y evitan que suframos bajones de energía. Entre las sales minerales, podemos destacar su gran aporte de magnesio, que nos ayudará a evitar calambres, el cansancio de los músculos del cuerpo y el estrés de una vida ajetreada. Para aumentar este efecto, los especialistas aconsejan combinar el jamón york con pan integral enriquecido con semillas, por lo que ya tenemos una idea para una cena sencilla y beneficiosa para nuestra salud. Aparte, el jamón york tiene un nivel de sodio más bajo, por lo que evitaremos que un exceso de este mineral nos genere hipertensión o retención de líquidos.
Otro factor para aconsejaros comer jamon york, es que nos ayuda a ahorrar en la economía familiar, ya que suele ser más barato en comparación con otros embutidos o fiambres. Por esto y todas las razones anteriores, os podemos recomendar el jamón york para cualquier tipo de alimentación debido a sus numerosas ventajas y por supuesto, su buen sabor y versatilidad para ser preparado en diferentes platos.