Tipos de vinos españoles

En España podemos disfrutar de un variado repertorio con diferentes clases de vinos, ya que de hecho, es en nuestro país donde se elaboran más tipos distintos. Estos vinos pueden diferenciarse, primeramente, por las uvas empleadas en su composición, y por otra parte, por la manera en la que se producen. En este post vamos a enumerar las distintas clases de vinos que podemos encontrar en el mercado.

La Rioja

Los vinos de La Rioja poseen la denominación de origen llamada Rioja. Esta área, que serpentea el río Oja, da nombre a una de las zonas vinícolas españolas más proliferas en cuanto a caldos de mesa. La región está fraccionada, dependiendo de sus vinos, en tres subterritorios:

– Uno es la Rioja Baja, que elabora los vinos de mayor graduación alcohólica, con un toque afrutado y mucho cuerpo.

– El segundo es la Rioja Alta, un área repleta de grandes añadas y reservas, donde se elaboran caldos de una graduación más moderada, de intenso aroma, con diferentes coloraciones tintas y un sabor armónico y singular. Se trata de vinos excelentes para ser criados en barricas de roble. También se producen vinos blancos y jóvenes.

– Por último, la Rioja Alavesa, donde se procesan vinos tintos para ser consumidos preferentemente jóvenes, con un agradable toque de acidez.

Los caldos de esta denominación hacen honor a su renombre y ejercen sus mejores propiedades en las modalidades de reserva. Podemos distinguir, dependiendo de los distintos tiempos de envejecimiento, las siguientes clases:

– Vino de «crianza»: es aquel vino que lleva un envejecimiento en barrica de un año como mínimo, más otro año que pasa en botella; este vino es normalmente de tercer, cuarto o quinto año de cosecha.

– Vino de «reserva»: esta clasificación implica un envejecimiento en barrica de un mínimo de dos años, más otro de reposo envasado en botella.

– Vino de «gran reserva»: esta maduración se realiza en roble durante un mínimo de tres años, más otro año en botella, el cual se efectúa en los conocidos calados o cuevas subterráneas de La Rioja; dichos vinos se conocen por tener las mejores añadas.

Estos caldos se consideran auténticas joyas de la gastronomía de nuestro país, y por las características físicas de la zona y por el arte y la ciencia de su elaboración, desempeñan un lugar preferente entre los vinos de mesa más reputados de todo el mundo.

Galicia

El vino gallego engloba las denominaciones de origen de Rías Baixas, Ribeiro y Valdeorras. Las clases de vino de esta región son blancos y tintos de cuerpo ligero, los cuales poseen una agradable acidez y una graduación baja, siendo muy recomendables para degustar la gastronomía típica gallega.

Castilla La Mancha

En esta comunidad destacamos estas denominaciones: La Mancha, Méntrida, Jumilla, Valdepeñas y Almansa. Esta área se considera la gran despensa vinícola de España, ya que cuenta con extensos territorios de producción a lo largo de las provincias de Toledo, Ciudad Real, Cuenca o Albacete.

Son vinos consumidos de manera amplia que poseen una destacada calidad, cuerpo aterciopelado, gusto seco y escasa acidez. Los más consumidos son los de Valdepeñas, tintos y blancos ligeros. Todos los vinos suelen tomarse jóvenes, con una crianza de un año o dos como máximo, y su graduación varía entre los 11º y los 13º grados.

Castilla y León

Sus denominaciones de origen son Rueda, Cigales, Ribera del Duero y Toro. En esta comunidad se producen vinos tintos y rosados con graduaciones que van de los 10,5º a los 14º grados, entre los que hallamos algunos de prestigio mundial: los madurados entre las poblaciones de Valbuena, Quintanilla de Arriba y Quintanilla de Onésimo, excelentes para la crianza, que se desarrolla en barricas bordelesas (barricas empleadas en la crianza del vino de Burdeos y otras zonas) y bodegas subterráneas.

Suelen ser caldos de producción limitada, que llegan a tener precios muy elevados. En la zona de Rueda se producen vinos blancos, de tono muy pálido y transparente, que atesoran una gran calidad. Su graduación oscila entre los 11,5º y 14º grados. También se producen vinos generosos de cuerpo seco.

Navarra

Con la denominación de origen Navarra, encontramos en esta comunidad una variedad de vinos generalmente tintos, que llegan a graduaciones en torno a los 14,5º grados y combinan a la perfección con la prolífera gastronomía del lugar como platos de carne.

Andalucía

En esta extensa comunidad podemos destacar las siguientes denominaciones de origen: Jerez-Xérès-Sherry, Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda, Málaga, Sierra de Málaga, Montilla-Moriles y Condado de Huelva. Sus vinos tienen una gran personalidad y gozan de una increíble fama en todo el mundo. Se producen empleando una técnica única, la cual es realmente asombrosa, ya que no son caldos que provengan de cosechas concretas, como es lo normal, sino que se logran a partir de mezclas distintas realizadas a lo largo de los años. Su crianza se efectúa en botas de roble y muestran leves diferencias organizadas en diez clases:

– Fino: tiene una tonalidad de color paja claro; de cuerpo seco, es ligero y tiene un gran aroma, poseyendo una graduación de 15º a 17º grados.

– Amontillado: vino generoso de un color ámbar, que posee una graduación alcohólica de 16º a 18º grados; es propio del Marco de Jerez, en Cádiz y de Montilla-Moriles, en Córdoba.

– Oloroso: de color dorado oscuro, posee un paladar poderoso, pero grácil, y una graduación que varía entre los 18º y los 20º grados.

– Palo cortado: posee propiedades que fusionan el amontillado y el oloroso, con un cuerpo generoso y una graduación alcohólica entre 17º y 22º grados.

– Raya: este tipo de caldo de mesa tiene relación con la categoría de olorosos, aunque posee un paladar y un aroma más sutiles.

– Pedro Ximénez: es un vino elaborado a partir de pasas de uvas Pedro Ximénez, las cuales han sido secadas al sol; posee un cuerpo dulce y un poderoso aroma.

– Moscatel: esta clase de caldo se produce a partir de la uva moscatel, un tipo de uva muy madura y soleada; es un vino seco, dulce y muy aromático.

– Cream: este vino se consigue agregando alcohol a mostos que están empezando el proceso de fermentación.

– Color: se obtiene mezclando mosto fresco y mosto concentrado.

– Manzanilla: este vino blanco se produce empleando uva palomino y se envejece bajo una capa de levaduras denominada velo de flor; tiene un cuerpo muy seco, de color bastante pálido y una graduación de 15º a 17º grados; su crianza se realiza exclusivamente en las bodegas de Sanlúcar de Barrameda.

Los caldos de Montilla-Moriles provienen de la provincia de Córdoba y poseen, como sus cercanos vecinos de Jerez, una identidad marcadamente peculiar, de cuerpo seco, muy aromático y con una elevada graduación.

Para terminar, comentar que los vinos llamados Moscatel, elaborados en Málaga, tienen un sabor dulzón y cálido, con un color bastante oscuro. Se pueden adquirir bajo distintas denominaciones, como «Málaga», «Málaga Virgen», «Lácrima Christi», «Pedro Ximénez» o «Moscatel».

Aragón

En esta comunidad podemos hallar las siguientes denominaciones de origen: Campo de Borja, Cariñena, Calatayud y Somontano. En esta zona se elaboran vinos de marcados colores tintos y alta graduación alcohólica. Son profundos de aroma y sabor muy potente, altamente recomendados para acompañar platos de carne y guisos recios con muchas especias.

Extremadura

Esta comunidad posee unos vinos extraordinarios, aunque no se ha impulsado su comercialización demasiado. Son unos caldos de cuerpo fuerte que poseen un alto contenido en alcohol, aparte de tener un sabor inimitable. El vino cacereño de Cañamero se está abriendo camino en el mercado poco a poco. También existen vinos blancos como los de Montánchez, Cillero, Añigal, o tintos ligeros como el de Hervás.

Cataluña

En esta zona se puede disfrutar de las denominaciones Empordá-Costa Brava, Alella, Costers del Segre, Penedés, Montsant, Conca del Barberá, Priorato, Tarragona, Pla de Bages y Terra Alta. La comunidad catalana brinda unos vinos espléndidos, ya sean tintos, blancos o claretes, los cuales poseen una antiquísima tradición.

Los más reputados son los del Penedés y los del Priorato. Los primeros se han ganado su popularidad gracias a los vinos blancos, con una graduación entre los 10º y los 13º grados, de sabor afrutado y cuerpo suave, producidos en base a la mezcla de tres variedades viníferas de la zona. Los vinos del Priorato son seguramente los que siguen el proceso más artesanal del país, de los que sobresalen los tintos, de color oscuro, sabor suave y complejo aroma; poseen mucho cuerpo y tienen una graduación elevada.

En la provincia de Tarragona los más representativos son los blancos, muy adecuados para tomar con pescados o aperitivos.

Cabe también destacar los «cavas» o vinos espumosos de Sant Sadurní d’Anoia (Barcelona), que han logrado una gran calidad y extensa difusión dentro y fuera de España.

Murcia

Los vinos del Jumilla, los cuales provienen de esta región de Murcia, son inconfundibles por su forma de crianza en roble, aunque también existan variantes más jóvenes. En los dos casos poseen una graduación alcohólica muy elevada, presentando un color granate oscuro y un cuerpo muy denso. En Yecla existen tintos rosados y claretes con graduaciones que varían de los 13º a los 15º grados, poseyendo un paladar suave muy agradable.

Comunidad Valenciana

Esta comunidad engloba las denominaciones de Alicante, Valencia y Utiel-Requena. Los vinos procedentes de Alicante son tintos y rosados con una graduación alcohólica elevada, entre 12º y 16º grados. Los vinos de Valencia son normalmente blancos, secos y poseen una gran frescura. Los provenientes de Utiel-Requena son tintos aunque tienen menos graduación.

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