¿Alguna vez has comprado una cámara de fotos nueva y no has sabido qué hacer con la antigua? ¿Has querido comprarte una cámara con prestaciones más actuales que la tuya pero no tenías suficiente dinero para adquirirla? ¿Sigues todavía con una vieja cámara fotográfica analógica y no has dado el paso a la digital? Una opción muy rentable ante estos casos es simplemente vender tu cámara para que otras personas la compren de segunda mano. De esta forma, obtienes un ingreso que te ayuda a comprar un nuevo equipo fotográfico, y la otra persona consigue una cámara igualmente válida por un buen precio. Si te decides por esta solución, crea un anuncio atractivo y publica tu camara aquí, ya que los anuncios clasificados son un buen escaparate para vender cualquier artículo rápidamente.
Debido a que la tecnología avanza a pasos agigantados, no merece la pena conservar una vieja cámara, pues pronto pasa a estar obsoleta y siempre es mejor venderla. Si hablamos de una cámara analógica, el caso tiene aun más sentido, pues a día de hoy los medios digitales poseen muchas más ventajas que inconvenientes. Una cámara analógica suele tener el límite de fotografías por carrete, que suele ser de 24 o 36 generalmente, mientras que la digital, si bien es verdad que está limitada por diversos factores (calidad de la foto y medio de almacenamiento), actualmente ha superado este problema y podemos almacenar cientos o miles de fotos sin problema.
Otra ventaja de una cámara digital es el poder comprobar el resultado de la foto al momento, debido a que poseen una pantalla donde ver la fotografía final. Por no decir que podemos borrar las fotos erróneas o que queramos repetir si no logramos el resultado esperado. Con las viejas cámaras de carrete, uno se lleva la sorpresa tras revelar los negativos, que por cierto, suman otro inconveniente al tener que depender de los estudios de revelación o cualquier otro sistema de revelado externo. Con una cámara digital, podemos ver las imágenes con nuestro ordenador o gestionar muchos procesos, como el de edición, y la portabilidad de un fichero digital supera también a la de unas fotos en papel o negativo. Podríamos sumar y sumar ventajas que dejan a la altura del betún a las cámaras analógicas, por lo que existen pocas razones para conservar una vieja cámara.
Aun así, aunque normalmente valoramos poco las cámaras analógicas, hay veces que si está en buen estado y sigue funcionando, pueden llegar a poseer bastante valor para fotógrafos y coleccionistas. Lo retro está de moda, así que el valor nostálgico realza una vieja cámara para convertirla en todo un partido, y su venta es un excelente negocio.