Dificultad: Fácil
Tiempo medio de preparación: 30 minutos
Ingredientes:
– 1 l. de leche, si es entera y fresca mejor
– 6 yemas de huevo
– 200 gr. de azúcar
– 2 cucharadas rasas de maizena
– Corteza de limón
– Un palo de canela
Preparación:
Poner en un cuenco las yemas de huevo, el azúcar y la maizena, empezar a batir con la varilla o espátula hasta obtener una crema espumosa; agregar medio litro de leche fría, removiendo para que se diluyan bien todos los ingredientes.
Calentar en un cazo la leche restante con la corteza de limón y la rama de canela; cuando este un poco templada, verter el preparado de yemas y azúcar empezando a mover continuamente.
Dejar que cueza a fuego mínimo durante unos minutos sin dejar de remover con la espátula o cuchara de madera, hasta que notéis que espesa un poco. Retirar y dejarlo enfriar en recipientes individuales, sin la corteza de limón ni el palo de canela.
La cocción de la crema ha de ser casi imperceptible, pues, la maizena, corre el riesgo de cortarse. Servir cuando estén bien frías, espolvoreadas con canela molida o si se prefiere con las claras de huevo batidas a punto de nieve (se baten las claras con azúcar glas hasta conseguir que quede como si fuera nata). Los ingleses preparan una sopa de natillas y la sirven caliente; es la misma receta pero con la mitad de azúcar y sin canela molida; se sirve en tazón de sopa y se toma caliente (en temporada fría sienta muy bien y esta riquísima.