Los beneficios que nos aporta el aceite de oliva a nuestra salud son innumerables, ya que no en vano, también se le denomina «oro líquido» por su gran valor gastronómico y nutricional. Es un alimento que aparece recomendado en cualquier dieta saludable que se precie, y justamente es España el país que más lo produce y exporta.
Está relacionado principalmente con la cocina y la mayoría de platos mediterráneos, y en los últimos 20 años los expertos han comprobado sus bondades, especialmente para nuestro buen estado cardiovascular.
Los olivos son árboles muy apreciados en la cuenca mediterránea, existiendo alrededor de 2.000 clases de ellos. En España contamos con 411 tipos, aunque no se emplean todos en la producción de aceite. Los más comunes son picual (en España representa la mitad de la producción), arbequina, picudo (con toques afrutados y dulces), empeltre, hojiblanca (típica de Andalucía), verdial, blanqueta, cornicabra, manzanilla (también consumida como fruto), Serrana de Espadán, farga, verdeja, alfafarenca y lechín.
Cada uno de estos tipos ofrece una nutrida gama de sabores, aromas y texturas que se han destinado para diferentes ámbitos en la gastronomía. La ventaja que tenemos ahora es que es posible Comprar aceite de oliva online de la clase que necesitemos y se adecúe a nuestras necesidades a la hora de cocinar, con el fin de conseguir el toque justo en nuestra receta.
Algunos de los beneficios que posee el aceite de oliva, si nos fijamos en sus características más ventajosas, son los siguientes:
– En el aceite de oliva encontramos oleocantal, un compuesto orgánico natural con propiedades antioxidantes. Según un estudio publicado por la publicación «Molecular and Cellular Oncology», las enzimas del oleocantal son capaces de eliminar las células cancerosas destruyendo las vesículas o lisomas donde éstas almacenan los residuos. Lo mejor es que a las células sanas las sume en un estado de pausa, como si las pusiera a dormir, por lo que respeta su integridad. En el aceite de oliva virgen podemos detectar el oleocantal por el particular gusto ligeramente picante que posee.
– El aceite de oliva virgen extra es una estupenda fuente de vitaminas A, D, E y K, que ayudan al cuerpo humano en diferentes funciones. Gracias a la vitamina A, consigue un buen estado de nuestros huesos y tejidos blandos, así como la vista, piel y evita infecciones. Su aporte de vitamina D permite que la absorción del calcio sea más eficiente, algo que es muy útil para las personas mayores y niños en fase de crecimiento. Y la vitamina K regula la producción de glóbulos rojos y la coagulación de la sangre. Aparte permite que el cuerpo asimile más eficientemente minerales como el fósforo, magnesio o zinc.
– Su aporte de vitamina E es extraordinario, pues tomando diariamente unos 25 gramos de aceite de oliva virgen (cucharada y media aprox.) estamos ingiriendo la mitad de vitamina E que necesitamos en el caso de un hombre y un 62% en el caso de una mujer.
– Gracias a su elevado contenido en vitaminas, es un gran aliado para nuestra belleza como cosmético natural a buen precio, pues sirve para paliar la piel deshidratada y también consigue ayudar en la reparación celular.
– Por su alto contenido en ácido oleico (ácido graso monoinsaturado de la serie omega 9), polifenoles (un antioxidante) y vitaminas, nos sirve para conservar en buen estado las células del cerebro. Con ello, se consigue evitar en gran medida las enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o el Parkinson, pues se evita la oxidación y la agresión de radicales libres en el cuerpo humano.
– Relacionado con este poder antioxidante, y confirmado por la Confederacion Española de Asociaciones de Familiares de Personas con Alzheimer y otras Demencias (CEAFA), el aceite de oliva virgen nos puede servir para aliviar las dolencias de articulaciones y reumas, ya que los polifenoles que contiene son muy útiles en estos casos.
– Otra de las bondades del aceite de oliva es su capacidad para regular el sistema cardiovascular. Debido a su gran contenido en ácidos grasos monoinsaturados (ácido oleico) y poliinsaturados (ácido linoleico), reduce el colesterol malo (LDL-c) y aumenta el nivel del colesterol bueno (HDL) en la sangre. Según la Fundación Española del Corazón, reduce el riesgo de sufrir trastornos cardiovasculares como la trombosis, previene la aparición de diabetes y nos proporciona estabilidad en la presión arterial, consiguiendo que reduzcamos la hipertensión.
– Y no menos importante, el ácido oleico incrementa y preserva el sistema inmunológico, por lo que es de gran ayuda en la nutrición clínica de las personas inmunocomprometidas.
Sobre la calidad, también cabe recalcar que existen aceites de mejor calidad que otros, como los que poseen una Denominación de Origen Protegida o DOP. En este caso, esa Denominación de Origen nos asegura que el aceite ha pasado por estrictos controles durante su elaboración. También que ha sido producido en una región concreta, como por ejemplo el Aceite Monterrubio, que procede de la comarca de La Serena, al este de la provincia de Badajoz.
Y es que no todos los alimentos pasan por los exhaustivos controles de calidad que sí se realizan en los aceites con Denominación de Origen. Entre estos controles encontramos el examen de las almazaras o molinos que corresponden, la inspección de las aceitunas a la hora de su procesamiento, otro examen a la evolución (en todas sus etapas) de la aceituna hasta que se convierte en aceite, o la propia cata del producto final y análisis del mismo.
Como vemos la garantía está muy cuidada, y de hecho se realiza una producción limitada del aceite, pues sólo se genera un número determinado de contraetiquetas acorde al aceite que se ha certificado y que diferencia al producto como DOP.