Dificultad: Fácil
Tiempo medio de preparación: 30 minutos.
INGREDIENTES: mas o menos 4 comensales.
– 3 dl de nata fresca
– 2 dl de leche
– 50 gr de azúcar
– 1 vaina de vainilla
– 10 gr de gelatina en laminas
– 1 ramita de menta
– frutas, mermeladas o frutos secos a nuestro gusto y imaginación.
PREPARACIÓN:
Pon en remojo las laminas de gelatina en un recipiente con agua fría.Practica una incisión en la vaina de vainilla con un cuchillo para extraer todas las pepitas negras.
En un cazo vierte la nata, la leche, el azúcar, las pepitas de vainilla y la vaina de la vainilla y llévalo a cocer todo a fuego medio, hasta que levante. Apaga el fuego, tapa el cazo y déjalo enfriar durante 4 minutos.
Retira la vaina de vainilla, añádele la gelatina y mezclar con cuidado hasta que se disuelva la gelatina y obtengas un compuesto homogéneo.
Reparte la Panna Cotta en los diferentes moldes individuales que previa mente habrás sumergido en agua fría y escurrido ; déjalo enfriar hasta que este a temperatura ambiente y ponlo en el frigorífico durante al menos 3 horas para que adquiera consistencia.
En el momento de servir, desmorda la panna cotta y sírvela en platos sola o con los frutos, mermeladas que hayamos elegido y decóralos con unas hojas de menta.
Existe la posibilidad de añadir la fruta directamente en la panna cotta cuando todavía esta templada.Debes cortar las frutas en trozos muy pequeños y rociarlos con zumo de limón exprimido para evitar que se ennegrezca. Si no dispones de tiempo, también puede servir con frutas en almíbar, queda buenísimo.
