Lubina a la sal

Esta receta la haremos con lubina, pero sirve para cualquier pescado a la sal. El pescado para hacerlo a la sal, se preparará retirando las tripas sin abrir el pescado a lo largo y sin descamar. La sal para hornear es la sal gorda. Suele tener más humedad que la sal que se utiliza para la cocina, pero si no la encuentras, compra la sal más gorda que haya en la tienda y humedecerla como se indica en la receta.

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Dificultad: Fácil

Tiempo medio de preparación:

Ingredientes:

– 1 lubina de un kilo
– Aceite de oliva
– 3 kgr. de sal gorda para hornear
– Agua

Preparación:

Cogemos la bandeja del horno y procedemos a preparar la sal de la siguiente manera. Echamos la sal en un bol un poco grande y le añadimos agua poco a poco. Vamos amasando la sal con el agua hasta que quede con la consistencia de la arena de playa, con agua pero consistente.

Una vez hecho esto, extendemos una capa de sal por toda la bandeja del horno, de aproximadamente medio centímetro de grosor.

A continuación, ponemos el pescado sobre la cama de sal, y lo vamos tapando con el resto de la misma hasta que no se vea nada de pescado, no tiene que quedar nada al aire, debe quedar perfectamente cubierto con una capa de más o menos 1 cm de espesor.

Precalentamos el horno a 200º C y metemos el pescado unos 30 minutos (el tiempo final va a depender del peso del pescado, cuando más grande más tiempo) ( Mi consejo es que le deis 30 minutos de horno caliente, por cada kilo de pescado, 1 kilo= 30 minutos 2 kilos= 60 minutos y así sucesivamente).

De todas maneras, para esta receta con pescado de un kilo, a partir del minuto 30 abrimos el horno y le damos unos golpecitos a la sal, si está dura lo dejamos 4 minutos más y lo sacamos del horno.

Sacamos la bandeja del horno, cogemos una espátula y le damos golpes a la costra de sal que se ha formado hasta que el pescado quede al descubierto, le quitamos la piel y vamos sacando los filetes de pescado a un plato con ayuda de la espátula.

Continuamos sacando la carne del pescado hasta que quede bien limpio. Se rocía con unas gotas de aceite, añadimos la guarnición y a comer. Mi consejo es que la operación de sacar el pescado de la sal, lo hagáis en la mesa junto con los comensales, queda muy chulo.

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