Dificultad: Media
Tiempo medio de preparación: 2 horas, sin contar el tiempo de secado
Ingredientes:
– Azúcar glas, para espolvorear
– 150 gr. de mazapán
– Colorante alimenticio negro
– Brillantina, de los colores que prefiramos
– Brillo de repostería
– Agua o jarabe de glucosa
Preparación:
Trabajamos sobre papel vegetal y espolvoreamos toda la superficie de trabajo con azúcar glas para que el mazapán no se pegue. Amasamos unas pocas gotas de colorante negro en un trozo de mazapán del tamaño de una canica grande, asegurándonos que el color queda bien homogéneo.
Primero modelamos el «cuerpo» del escarabajo, estirando el mazapán con nuestras manos o sobre la superficie de trabajo, con la forma oval de los guijarros. Con una esteca en forma de bisturí, cortamos un poco del mazapán de la parte de abajo para dar al «escarabajo» una base estable.
Con la ayuda de un pincel fino pintamos el «escarabajo» con la brillantina de los colores elegidos, fijándonos en la foto de referencia o inventándonos el esquema de color.
Pintamos con brillo para decorar para darle un acabado brillante. Si queremos, podemos añadir más capas de brillantina y brillo para aumentar la profundidad de color y mejorar el aspecto iridiscente final del escarabajo.
Con una esteca en forma de bisturí u otra herramienta para modelar, marcamos los detalles del «cuerpo», haciendo una muesca profunda para separar la «cabeza» del «torso», y modelamos los «ojos» o cualquier otro detalle que queramos añadir. Esto hará que se vea el mazapán negro que hay debajo de la brillantina y resaltará las partes del cuerpo del insecto por debajo de su brillante caparazón.
Para finalizar, cortamos las «patas» y «antenas» de un trozo de mazapán plano. Con cuidado, las pegamos en el «vientre» o en la «cara» con un poco de agua o jarabe de glucosa. Dejamos que se sequen toda la noche sobre el papel vegetal.
