Es de sobras conocido que uno de los problemas de nuestra alimentación es que incluyamos fritos con bastante frecuencia. La facilidad para prepararlos hace que recurramos a ellos muchas veces y, aunque intentemos evitar cocinar con aceite, la realidad es que no es algo que resulte tan fácil.
Por eso, la aparición de las freidoras sin aceite ha supuesto toda una revolución para nuestras dietas, ya que nos ayudan a cocinar sin aceite con un resultado extraordinario.
Este cambio en la alimentación al prescindir de los fritos supone todo un beneficio para nuestra salud, pudiendo disfrutar de recetas crujientes y tostaditas igualmente.
De este modo, las freidoras sin aceite son un electrodoméstico a tener en cuenta que cada vez más y más personas están adquiriendo para su hogar. ¿Y vosotros? ¿Querés una freidora así? Encontrá las mejores freidoras sin aceite aquí.
Ahora viene otra pregunta… ¿Cómo es posible una fritura sin aceite? Pues muy fácil, ya que muchos alimentos poseen de por sí una cantidad de grasa natural con la que cocinarse al iniciarse un proceso de calor. Por eso no hace falta utilizar aceite, o a lo sumo muy muy poco, pero esto dependerá de nuestros gustos o necesidades de la receta.
Las freidoras sin aceite aprovechan las bondades del aire caliente para realizar un cocinado con el que podemos freír sin aceite, consiguiendo exteriores crujientes y dorados igualmente suculentos.
Vamos a resumiros algunas de las ventajas que suponen estás freidoras para nuestra cocina y alimentación:
Recetas más saludables
Si reducimos la cantidad de aceite que empleamos para freír, nuestra calidad alimenticia aumentara notoriamente. Y es que, aunque el aceite es un alimento que contiene nutrientes saludables y provechosos para el cuerpo humano (como el Omega-3), cuando lo empleamos en una fritura, supone una fuente desaconsejable de grasas y colesterol.
Incluso cuando utilizamos un aceite tan preciado como el de oliva, hay que cuidar su alto valor calórico. Esto podemos evitarlo empleando una freidora sin aceite, ya que reduciremos hasta en un 80% la cantidad de aceite ingerido, traduciéndose en una alimentación más sana.
Recetas menos aceitosas
Es posible que alguna vez hayamos sufrido una digestión pesada tras degustar algún plato con exceso de aceite. Esto es debido a que las recetas aceitosas suelen sentar peor a nuestro estómago y digestión, pudiendo suponer un problema para todo el aparato digestivo.
Incluso hay personas que no toleran los fritos de forma directa y deben rehusarlos por prescripción médica. De esta manera, con unas recetas menos aceitosas, estaremos consiguiendo hacer más fáciles y ligeras nuestras digestiones. Y de paso, evitaremos pasarnos de cantidad de aceite en cualquier receta, ya que podría alterar el sabor y textura de la preparación final.
Adiós a los malos olores
No hace falta aclarar que los fritos huelen bastante mal, ensuciando nuestra cocina y provocando un humo que puede extenderse por toda la casa. Y es que, aunque abramos las ventanas de la cocina o pongamos en marcha el extractor de humos, siempre quedará algo de ese desagradable olor a fritura.
Igualmente, no es nada aconsejable para nuestra salud respirar ese aire grasiento. Por eso si freímos sin aceite, estaremos evitando los malos olores y que las paredes o techos queden impregnados de grasas. Incluso nuestra ropa o pelo también lo agradecerán.
Mayor seguridad
¿A que alguna vez te has quemado con salpicaduras de aceite cuando estabas friendo algo? Es de lo más normal, y es que el agua de los alimentos y otros elementos, provocan que el aceite a altas temperaturas reaccione con brusquedad al entrar en contacto con ellos.
Lo peor es que esas salpicaduras pueden provocarnos quemaduras de mayor o menor gravedad. Sin embargo, si disponemos de una freidora sin aceite, evitaremos estos inesperados percances.
Estos electrodomésticos son mucho más seguros, ya que durante el proceso de cocinado, hay una cubierta que impide que nos quememos; y de igual manera, al no emplear apenas aceite, tampoco pueden existir salpicaduras.
Mejores sabores para nuestras recetas
Aunque los fritos suelen agradar por la técnica de su elaboración, también hay que recalcar que un plato que nos salga muy aceitoso, opacará los sabores reales de la receta.
Sin embargo, al degustar un alimento crujiente, doradito (características apreciadas de la fritura) y que no rebose aceite, estaremos apreciando un plató en su máximo esplendor.
Con una freidora sin aceite, conseguiremos unas texturas y acabados externos de los alimentos idénticos a los de una fritura normal, pero estaremos ganando con una nueva gama de sabores.