En esta receta vamos a aprender a confeccionar nuestro propio turrón de mazapán, aunque si queremos disfrutar de la máxima calidad, podemos comprarlo ya elaborado de forma artesanal. Accede aquí para ver esta especialidad y otras similares confeccionadas por manos expertas siguiendo procedimientos tradicionales.
Y es que, aunque podemos elaborar nuestro propio turrón de mazapán, los maestros turroneros trabajan siguiendo procedimientos que respetan las calidades organolépticas de los alimentos, al igual que los ingredientes, que son de la mejor calidad para lograr un turrón gourmet con un sabor y aroma incomparables.
Sin duda es una opción muy recomendable si no queremos complicarnos cocinando y deseamos disfrutar del mejor turrón en cualquier época del año.
El turrón de mazapán
Esta variedad de turrón también se conoce con el nombre de turrón de nieve, recibiendo esta denominación por el característico color blanco que le aporta la almendra marcona sin tostar utilizada al elaborarlo.
También presenta un delicado aroma a ralladura de limón (de hecho, también se le llama turrón de limón), muy parecido al del polvorón, pero en este caso su sabor se asemeja más al del mazapán suave.
El turrón de nieve no es muy conocido, por lo que a veces resulta difícil encontrarlo para adquirirlo, aunque gracias a Internet, en realidad lo tenemos al alcance de la mano para recibirlo en muy poco tiempo.
El origen de este turrón reside en la elaboración que hacían los turroneros del mismo como producto para consumo propio tras la temporada navideña.
Como hemos comentado antes, la adquisición de este turrón no le resta ni un ápice de calidad, ya que los maestros turroneros suelen emplear la almendra más adecuada para su elaboración, como en este caso, la almendra mediterránea de la variedad marcona. De esta forma, se consigue un mazapán de la máxima calidad.
El turrón de mazapán se comercializa en forma rectangular, como las típicas tabletas de turrón, aunque también podemos verlo en forma de piña, conociéndose bajo esta apariencia como «piña de nieve» o «piña de mazapán».
Aun así, con esta forma solo suele hallarse en ferias típicas y acontecimientos de la época navideña, debido a que es una preparación de consumo inmediato, por lo que es más difícil verlo en tiendas.
El turrón de mazapán es uno de los turrones de obrador más típicos, presentando también un toque de canela que le aporta un aroma inmejorable y contrasta con la frescura del limón.
Sin duda, es una excelente elección si queremos deleitarnos con un turrón de genuino origen jijonenco y preferimos los turrones de sabor suave que se deshagan en nuestra boca.
Elaboración del turrón de mazapán
La preparación del turrón de nieve es bastante sencilla. Eso sí, debemos hacernos con un molde rectangular que nos ayude a dar forma a la tableta. Podemos emplear moldes de silicona o de aluminio que revestiremos de papel vegetal para poder desmoldar con mayor facilidad.
Un truco para conseguir un molde muy accesible y que encontraremos en cualquier casa, es emplear un brick de leche vacío, el cual seccionaremos por la mitad (cortando en vertical). Este molde nos dará la libertad incluso de romperlo si nos costara desmoldar el turrón.
Ingredientes
- 250 g de azúcar glas (también podemos moler el azúcar normal)
- 250 g de almendra molida (la variedad marcona es ideal)
- Ralladura de un limón
- Canela en polvo (es opcional)
Preparación
En caso de no disponer de azúcar glas, podemos moler nosotros mismos azúcar blanca en una picadora o molinillo de café, reduciéndola hasta que quede como un polvo fino.
Lavamos el limón y rallamos la piel, evitando aprovechar la parte blanca interior, ya que esta parte del limón da un sabor amargo a las preparaciones.
Si no tenemos almendra molida, podemos emplear igualmente almendra entera, la cual pelaremos y moleremos hasta que quede molida finamente.
Una vez tengamos los ingredientes preparados, mezclaremos el azúcar, la ralladura de limón y la almendra molida hasta que logremos una pasta homogénea.
Disponemos la masa en el molde, que forraremos con papel vegetal para ayudar posteriormente a desmoldar de forma más cómoda y limpia.
Podemos presionar la masa con los dedos o alisar con una espátula para adaptarla al molde rectangular. Incluso podemos utilizar un rodillo de cocina para alisar la superficie.
Si no tenemos problema con la canela (no a todo el mundo le gusta), podemos espolvorear un poco de canela por encima, a gusto del consumidor.
Disponemos otro papel vegetal por encima del molde, ponemos algo de peso encima (un brick de leche, por ejemplo) y dejamos reposar unas horas en un lugar fresco antes de consumirlo. Lo ideal es dejarlo reposar unas 24 horas.
Trucos
– Si comprobamos que la masa no liga correctamente, podemos añadir una clara de huevo a la mezcla, ya que servirá para integrar y compactar la masa. Así evitaremos que se resquebraje fácilmente. Lo malo es que tendremos que guardar el turrón en el frigorífico y reducirá el tiempo de consumo a una semana como máximo.
– Si deseamos darle un aspecto tostadito al turrón, podemos espolvorear un poco azúcar para luego quemarlo empleando un soplete (también podemos utilizar el grill del horno).
– Otra forma de tostarlo es pintando la superficie del turrón con una yema de huevo batida para luego darle un golpe de horno.
– Si queremos conferir un toque diferente al turrón de mazapán, podemos sustituir la ralladura de limón por la de naranja o lima, ya que ambos seguirán dando un aroma cítrico a la preparación.