Dificultad: Media
Tiempo medio de preparación: 2 ó 3 horas, contando que hay que dejarlos enfriar
Ingredientes para 18 huesos:
– 3 huevos grandes a temperatura ambiente
– Media cucharilla de zumo de limón
– Una pizca de sal
– Media taza (140 gr.) de azúcar fina
Para la compota de cerezas y frambuesas:
– 65 gr. de cerezas, muy maduras y sin hueso (o en lata)
– 65 gr. de frambuesas
– Un cuarto de taza (50 gr.) de azúcar super fina
– Media taza (120 ml.) de agua o zumo de las cerezas en lata, si éstas se usan
– Media cucharilla de zumo de lima
– 1 cucharada de harina de maíz o de maizena
Preparación:
Precalentamos el horno a 100 ºC y cubrimos 3 ó 4 bandejas de horno con papel vegetal.
En un cuenco de tamaño medio, y usando una batidora eléctrica, batimos las claras de los huevos con el zumo de limón y la sal hasta que empiece a estar esponjoso. Ponemos la batidora a baja velocidad y vamos aumentándola poco a poco hasta que veamos que se forman pequeños picos. Añadimos dos cucharaditas de azúcar gradualmente y continuamos batiendo a alta velocidad hasta que se formen picos rígidos. Cuando esté listo, pasamos la mezcla a una manga pastelera con una boquilla del número 10.
Hacemos huesitos de 15 cm. sobre el papel vegetal, comenzando por la primera mitad del hueso, haciendo el lado curvo de la figura, después la parte alargada y terminando por la parte redondeada del lado opuesto. Repetimos la misma operación para hacer la otra mitad del hueso asegurándote de que no queda ningún hueco entre las mitades, o sitios donde el merengue quede demasiado fino.
Horneamos las bandejas durante una hora o hasta que estén listas. Apagamos el horno y dejamos las bandejas dentro mientras se enfría el horno otra hora más. Después guardamos los huesos en un recipiente hermético si no los vamos a consumir en el momento.
Para hacer la compota de cerezas y frambuesas, batimos las frutas en un cuenco con una batidora eléctrica, y después las pasamos por el colador para separar las semillas. Ponemos la mezcla en un cazo de tamaño medio y base gruesa junto al azúcar, el agua, el zumo de lima y la harina de maíz o maizena. Calentamos la mezcla a fuego medio hasta que la fruta comience a soltar su jugo, y después lo llevamos a ebullición mientras removemos constantemente. Ahora reducimos el fuego y dejamos la mezcla a fuego lento hasta que la compota se haya espesado con la consistencia deseada (ligera como para poder verterla, pero lo suficientemente espesa como para que no se derrame por la cobertura). Dejamos que se enfríe.
Luego salpicamos la compota por encima de los huesos para simular «sangre», y ya tenemos unos dulces terroríficamente deliciosos.