Solo una cosa puede ahuyentar las lágrimas que queman y ciegan, alguien que suavemente te eche el brazo por encima y susurre. No te preocupes.
Y también puedes compartirlo con los demás
Solo una cosa puede ahuyentar las lágrimas que queman y ciegan, alguien que suavemente te eche el brazo por encima y susurre. No te preocupes.
Y también puedes compartirlo con los demás