La decoración de tortas se considera todo un arte en el mundo de la repostería. Para ello se utilizan glaseados, coberturas, merengues y otros componentes para decorar, que normalmente se pueden comer y su finalidad es la de realzar la apariencia de la torta. Dentro de esta práctica, una modalidad de decoración es la de crear y añadir adornos que se puedan moldear o esculpir para emular objetos, letras, personas, sitios, etc.
Para la decoración de tortas hace falta un poco de experiencia y seguir instruyéndonos, pues siempre aparecen técnicas novedosas o podemos adoptar nuevas ideas para llevar a cabo. La decoración tiene muchas posibilidades al ser un arte, y como tal, en ella interviene la inventiva en gran parte. Para ayudaros a ser buenos decoradores y que las recetas de tortas os salgan bien, os voy a dar unos sencillos consejos que son bastante importantes.
Revisar la receta completa varias veces
Un error de manual en los reposteros impacientes es el de no leer la receta con detenimiento, y si puede ser, varias veces. No basta con tener los ingredientes, sino que a veces puede que necesitemos artilugios o métodos que en ese momento no disponemos, y más vale asegurarse de que podremos seguir con la receta hasta el final. Igualmente tener disponible el texto o el vídeo de la receta para consultarlo las veces que haga falta mientras elaboremos la receta.
A la hora de mezclar
– Es vital realizar la mezcla de los ingredientes que estén secos por un lado, antes de mezclarlos con los que estén húmedos.
– Si nos piden en una receta batir la mantequilla y el azúcar, es recomendable trabajar la mezcla bastante tiempo, al menos unos cinco minutos, ya que así nos quedará con el color amarillo adecuado y la textura suave.
– Empezar y finalizar siempre con los ingredientes que estén secos, en caso de estar mezclando también con ingredientes húmedos.
– No debemos abusar del proceso de mezclado al batir cuando los ingredientes secos hayan sido agregados. Mejor hacerlo a mano o si empleamos alguna máquina, que sea a baja velocidad.
– Si tenemos que añadir yemas de huevo a una masa, es recomendable que antes las batamos ligeramente empleando un tenedor.
– La finalidad de añadir una pizca de sal a las recetas es la de ampliar la gama de sabores en el horneado, es un proceso químico, al igual que sirve para mejorar la conservación de la torta.
– Si añadimos más de un sabor a una masa o cobertura, debemos empezar agregando la vainilla, debido a que este sabor mejora casi todos los sabores.
A la hora de hornear
– Si vamos a elaborar una torta grande y queremos un horneado uniforme, debemos realizar la cocción por capas. O sea, que si vamos a realizar una torta de cuatro capas por ejemplo, debemos emplear cuatro moldes del mismo tamaño.
– Debemos emplear una espátula para ayudarnos a verter la masa en el molde, y siempre hay que respetar un espacio para que crezca, por lo que hay que dejar un tercio de la altura del molde libre.
– El precalentamiento del horno es importante, porque debe tener la temperatura ideal. Un consejo es darle por ejemplo 20ºC grados más en invierno para cuando abramos el horno, que se perderá algo, y luego darle la temperatura que figure en la receta.
– Para evitar que se peguen las tortas a los moldes, podemos emplear papel vegetal, que es muy cómodo; pero cuando el molde no se preste a ello (por ser poco maleable), hay que recurrir a la tradicional mezcla de mantequilla y harina, engrasando el molde y luego espolvoreando harina, retirando el exceso dándole la vuelta al molde. Existen también algunos sprays para este cometido, aunque son más costosos.
– Si estamos cociendo en el horno varios moldes, debemos tenerlos alejados de las paredes del horno y también con una separación adecuada entre ellos.
– Podemos darles un poco la vuelta a las tortas cuando hayan pasado 20 minutos en el horno, pero nunca antes de este tiempo, para evitar una descompensación en la temperatura.
– Siempre que la receta no indique lo contrario, debemos colocar la bandeja del horno en la posición media entre la fuente de calor de arriba y la de abajo.
– Aunque un método para adivinar si la torta está bien cocida es el agradable olor que conferirá al ambiente de la cocina, lo mejor es asegurarse pinchando un palillo de madera en la torta. Si el palillo sale limpio, es que la cocción ha salido perfecta.
– No debemos rebasar demasiado el tiempo de cocción, ya que o si no, la torta se quedará demasiado seca.
A la hora de decorar
– Antes de desmoldar la torta, debemos dejar que se enfríe unos 15 o 20 minutos, para evitar que se rompa.
– Hay que colocar la torta en una superficie o plato que tenga las mismas dimensiones, ya que con ello podremos trabajar mejor la cobertura y podremos servirlo adecuadamente.
– Cuando hayamos cortado la torta, debemos retirar todas las migas que existan antes de bañarlo con la cobertura o añadirle el relleno, pudiendo ayudarnos de una brocha o pincel de silicona para tal efecto.
– Para aplicar el relleno podemos emplear una manga pastelera que tenga una boquilla redonda, pues eso hará que el resultado quede bien nivelado y con la misma altura en toda la superficie. Para los más expertos, siempre se puede emplear una espátula metálica.
– Otro consejo para evitar lo farragoso de aplicar una cobertura con las migas molestando, es sobreponer primero una capa de cobertura y dejar la torta en el refrigerador media hora. Esa primera capa contendrá las migas y luego podremos seguir aplicando más cobertura encima, una segunda capa, de forma más limpia.
– Debemos emplear diferentes paletas según la zona de la torta en la que trabajemos. Para la cobertura superior utilizaremos una, y para los lados otra. Podemos emplear un alisador para que los bordes queden uniformes, aunque también podemos realizarlo de forma desigual usando la base de una cuchara.
– Si no queremos complicarnos con una cobertura por falta de tiempo o medios, siempre podemos recurrir a un socorrido espolvoreo de azúcar glas o cacao en polvo, que igualmente produce un efecto vistoso y da buen sabor a la torta.
– Las tortas con cobertura de tipo crema deben guardarse en un guarda tortas que impida que las corrientes de aire afecten a la superficie. Si no disponemos de un artilugio adecuado a tal fin, se puede emplear un bol, recipiente o ensaladera grande con la que poder tapar la torta.
– Las tortas que lleven coberturas de tipo merengue o queso deben conservarse refrigeradas. Según la temperatura ambiente que tengamos, la debemos sacar antes de consumirla: dos horas antes en invierno y media hora en verano aproximadamente.
– Más información sobre decoración de tortas en https://decoraciondetortasweb.com/