Tener una batidora en casa es algo muy importante, ya que necesitaremos este pequeño electrodoméstico en multitud de ocasiones para realizar diferentes recetas. Desde elaboraciones sencillas como hacer una mayonesa, a otras más complicadas de repostería, disponer de una batidora en nuestra cocina es algo totalmente indispensable.
El problema es que a la hora de adquirir una, puede que no sepamos en qué características debemos fijarnos para escoger la mejor. En estos casos viene muy bien leer alguna web especializada como la de www.batidorasde.com, donde podremos ver comparativas y análisis de las distintas batidoras del mercado.
Es la mejor forma de hacerse una idea de cuál puede ser la más adecuada de acorde a nuestras necesidades. Sin duda informarnos por Internet es nuestra mejor arma a la hora de adquirir cualquier artículo, y las batidoras no iban a ser menos.
Y para informaros un poco más sobre cómo escoger la mejor batidora, os vamos a dar algunas pautas que os servirán de guía a la hora de adquirir la vuestra.
¿Cómo escoger la batidora ideal para casa?
A la hora de escoger una batidora para nuestra cocina, puede que no sepamos qué clase nos conviene o qué prestaciones nos interesa tener. Si queremos decidir con conocimiento de causa, lo primero es tener ciertos puntos bastante claros, como el uso habitual que le daremos a este electrodoméstico o el presupuesto que manejamos.
Por ejemplo, no tiene mucho sentido comprarnos una batidora profesional si no somos de cocinar mucho, y lo contrario, tampoco será buena idea comprarnos una batidora poco potente si somos unos cocinillas.
Otro ejemplo es la clase de batidora que más ventajas nos brindará. Si por ejemplo, queremos hacer gazpachos, batidos o zumos, puede que nos interese más una batidora de jarra que una de brazo. Pero si no queremos complicarnos mucho la vida con el tema de la limpieza, puede que nos venga mejor una batidora de brazo porque son más fáciles de limpiar.
Clases de batidoras
Podemos encontrar distintas clases de batidoras, aunque este grupo se reduce a cuatro tipos principales: las de vaso, las de mano, las de varilla y las amasadoras. Cada una de ellas está destinada a cumplir mejor ciertas tareas, por lo que debemos pensar cuál utilizaremos más o nos hará más falta para elaborar alimentos.
Y es que a día de hoy, las batidoras no se ciñen sólo a su misión más conocida, que es la de mezclar y batir, sino que también podemos emplearlas para triturar, trocear, moler, licuar, picar o incluso amasar.
Batidora de vaso
El uso de estas batidoras, que también se pueden llamar de jarra, está cada vez más extendido en nuestros hogares. Su utilidad reside precisamente en que podemos utilizar su contenedor en forma de vaso grande para manipular más cómodamente los alimentos.
Por eso, aparte de batir y mezclar, nos pueden servir para triturar o picar de una forma más específica ciertos alimentos, como si por ejemplo, queremos picar frutos secos.
También vienen genial para preparaciones muy líquidas, como batidos, smoothies, gazpachos, zumos, salsas líquidas, cremas, purés, etc… Su empleo es bastante sencillo, ya que simplemente tendremos que introducir los alimentos en la jarra y mezclaremos o picaremos dándole a la potencia deseada.
En este sentido su ventaja es esa, la de poder manejar mejor lo que queramos batir en grandes cantidades.
¿Qué es lo malo de estas batidoras? Principalmente su limpieza. Debido a que estas batidoras llevan integradas diferentes partes encajadas, como el motor, las cuchillas y el vaso, debemos limpiar adecuadamente el vaso y las cuchillas tras su uso.
Como el conjunto no es totalmente estanco y estaremos manipulando mezclas líquidas, es probable que algo quede oculto entre las diferentes partes. Por eso es necesaria una limpieza adecuada después de cada uso.
Es aconsejable que las diferentes piezas del vaso sean lo más resistentes en cuanto a materiales. Ya que habrá que armar y desarmar la batidora frecuentemente, es mejor que resista estas operaciones.
Por ejemplo, asegurarse que el vaso o la jarra son de cristal templado, ya que este material resiste mejor los golpes. Y sobre todo y muy importante, que la rosca que une el brazo con el motor, sea resistente. Cuidado con los plásticos rígidos que con el tiempo se puedan estropear. Hay asegurarse que sea de la mejor calidad posible.
Otro punto muy importante a la hora de escoger una batidora de vaso, es que tenga una potencia (expresada en vatios) lo más alta posible. Ya que este valor determinará la fuerza de la batidora para girar las cuchillas, es importante que sea como mínimo de 1000 vatios, pero si puede ser de más, mucho mejor.
Y decimos que esta característica es importante porque si la batidora es potente, tendrá menos posibilidades de que su motor se queme al mezclar o triturar alimentos duros como el hielo.
Si tienes una familia numerosa o crees que vas a hacer mucha cantidad de cada preparado, también es conveniente que la capacidad del vaso (expresada en litros) sea lo mayor posible.
Batidora de mano
Esta clase de batidoras son más prácticas que las de vaso, siendo de las más comunes en todas las cocinas. Constan de un cuerpo donde suelen estar los botones y controles, y un brazo con cuchillas que pueden ser desmontables.
Muchas de estas batidoras incorporan algunos accesorios para ser más versátiles en sus posibilidades de preparar alimentos, como varillas para batir con más aire y realizar recetas de repostería o vasos pequeños que nos sirvan para picar carne, hielo, etc.
Incluso algunas batidoras más completas pueden llevar accesorios que nos sirvan para realizar otras elaboraciones más específicas, como cortar en juliana, rebanar, rallar, etc.
Una de las ventajas de estas batidoras es que son muy prácticas, ya que ocupan poco espacio en nuestra cocina, al contrario que las de vaso, que requieren bastante más sitio.
Las batidoras de mano sirven igualmente para realizar las mismas funciones que las de jarra, como mezclar, montar, espesar, moler, triturar o incluso picar, aunque dependerá de los accesorios con los que venga acompañada.
Su única desventaja es que no llevará incorporada una jarra grande y requerirá que la manejemos manualmente todo el rato. De todas formas, si disponemos de una jarra grande o recipiente independiente donde poder batir, podremos improvisar una especie de batidora de vaso siempre que queramos.
La mejor ventaja de esta clase de batidoras es su limpieza. Con un simple chorro de agua y una esponja con jabón podremos limpiarla la mayoría de veces. Si la batidora nos permite desmontar las cuchillas, mucho mejor.
Al igual que las batidoras de jarra, debemos fijarnos en la potencia (expresada en vatios) que tenga. Para que nos dure mucho tiempo, necesitaremos que su motor interno sea lo más potente posible, así que cuantos más vatios tenga, mucho mejor. Mi recomendación personal es que supere los 1000 vatios (1000W).
Otro punto a tener en cuenta es la calidad de la batidora. Para estos casos, aconsejo una marca de las de toda la vida, como una batidora philips por ejemplo, ya que tendremos una calidad mínima asegurada.
También os aconsejo que las cuchillas sean buenas, ya que así optimizaremos el uso de la batidora. Ahora muchos de estos electrodomésticos han adoptado ciertas patentes en sus cuchillas, que cumplen ciertas formas o sistemas que ayudan a batir y triturar mejor. Si el material de las cuchillas es de titanio, mucho mejor, ya que serán más duraderas
En cuanto al material del cuerpo y el brazo, es conveniente que sea de calidad para que dure más tiempo. Si podemos evitar el plástico, mucho mejor, siendo recomendable el acero inoxidable.
Batidora de varillas
Esta clase de batidoras está indicada para los amantes de la repostería y ciertas recetas específicas que requieran un batido especial.
A día de hoy existen diferentes tipos de estas batidoras, ya que hay con recipiente y una base integrada, o bien tienen un manejo manual parecido al de las batidoras de brazo.
Suelen constar de dos varillas que sirven para mezclar, amasar o batir, e incluso llevan diferentes clases de varillas para realizar preparaciones concretas, como batir claras a punto de nieve o varillas en forma de gancho para amasar.
En cuanto a potencia y materiales, podemos fijarnos en los consejos que os hemos expuesto para las batidoras de vaso o brazo. En resumen, cuanta más potencia mucho mejor, ya que el motor podrá trabajar con más soltura sin forzarse al límite. Esto es importante para preparaciones más sólidas, como ciertas masas.
En cuanto a materiales, siempre mejor evitar los plásticos en pos del acero inoxidable, ya que es más resistente, duradero e higiénico.
Batidora amasadora
Esta clase de batidoras suele ser menos frecuente, ya que tienen un uso bastante específico y concreto, casi más destinado al terreno profesional. Y es que como bien dice su nombre, una batidora amasadora será el complemento más adecuado para elaborar y tratar masas.
Suelen ser electrodomésticos caros, pero si te gusta la repostería o sueles preparar masas, quizás te convenga hacerte con una de ellas, ya que te ahorrará esfuerzo y tiempo en muchos procesos.
Otro punto muy importante es que las masas tendrán una preparación más uniforme y un acabado mejor, ya que es normal que al amasar con nuestras propias manos, no lo hagamos el suficiente tiempo ni tan bien como una máquina.
Habrá que tener en cuenta que son bastante pesadas y ocupan algo de espacio, por lo que habrá que reservarles sitio en nuestra cocina.
En cuanto a prestaciones, podemos rescatar los mismos puntos que hemos expuesto para otros tipos de batidoras. Es recomendable la mayor potencia que nos podamos permitir y evitar materiales como el plástico, siendo mejor decantarse por el acero inoxidable.
Respecto a los vatios de potencia, es mejor que supere los 1000W, ya que las masas, aunque no lo parezca, ofrecen bastante resistencia a los motores.
En cuanto a los complementos, debemos tener en cuenta que si realizamos ciertas clases de preparaciones frecuentemente, puede que nos interese que la batidora incorpore algunos accesorios específicos.
Por ejemplo, los ganchos agitadores nos pueden servir para las masas más ligeras, como la quebrada; los ganchos para amasar sirven para las masas más sólidas, como la del pan; y las varillas para batir nos servirán para darle aire a las preparaciones, como cuando montamos claras a punto de nieve o preparamos nata o buttercream.