En esta receta tenéis que tener cuidado de agua que suelta el bacalao. Esta receta esta riquísima y muy sabrosa y jugosa, sobre la guindilla si no os gusta el picante no se lo echéis, lo de la guindilla es opcional.
Dificultad: Fácil
Tiempo medio de preparación: 25 minutos y 36 horas en agua.
Ingredientes:
300 gr. de bacalao desalado
4 huevos
1/2 puerros
1 cebolla
1 diente de ajo pequeño
Aceite de oliva
Sal
1 pizca de guindilla
Preparación:
El bacalao debe desalarse en abundante agua fría, es absolutamente recomendable hacer todo el desalado manteniendo el recipiente con agua dentro del frigorífico.
El tiempo del desalado dependerá del grosor de las porciones, aunque se puede calcular entre 36 y 48 horas.
Hay que cambiar el agua al menos tres veces. A partir de que se cumplan 36 horas, conviene ir probando el bacalao para retirarlo del remojo cuando esté en su punto.
En una sartén y con un poco de aceite se rehogan las verduras, finamente picadas y el ajo igualmente picado.
Una vez hecha la verdura se le añade el bacalao desmigado y sin resto alguno de piel o espinas, se vuelve a rehogar muy despacio.
Este es el momento de poner la pizca de guindilla si nos gusta picante.
Mantener a fuego suave para que se vaya evaporando el agua que va soltando el bacalao.
Tiene que quedar sin rastro de agua, más bien seco, ya que se corre el riesgo de que una vez cuajada la tortilla, el agua que todavía tenga el bacalao se desprenda y dé una apariencia nefasta.
Se baten los huevos, se mezclan con la verdura y el bacalao.
En este moneto se prueba de sal y se rectifica si fuera necesario.
Se hace la tortilla en una sartén con una gotas de aceite, esta debe quedar jugosa en el interior y doradita por su parte externa.