El calçot es uno de los manjares que nos reserva la cocina tradicional catalana y que se puede degustar en el hotel barato en Zaragoza El Águilla. Técnicamente, el calçot es una variedad de la cebolla, pero más dulce y con un tamaño similar al puerro que se cultiva tradicionalmente en la comarca del Alto Campo, en Tarragona. A día de hoy, ya se han distribuido diez millones de unidades y las ventas han subido un 5% respecto al año pasado.
La forma clásica de hacerlos es a la parrilla y para comerlos hay que retirar con la mano la primera capa del calçot para después mojarlo en salsa. «El calçot lo echamos directamente a la parrilla para dejar que se tueste hasta que quede quemado por fuera», nos cuentan desde el restaurante del hotel. «También hay que preparar una salsa romesco como acompañante, que lleva tomate, ajo, almendra, avellana, pan y aceite de oliva».
Si vamos a probar los calçots, en el Restaurante Velagua podemos aprovechar la oportunidad para descubrir uno de los secretos que esconde la cocina catalana con un menú degustación especial de «calçotada» por 24 euros. El menú incluye teja con calçots asados al estilo tradicional con salsa romesco, parrillada de carne a la brasa con patatas panadera y pudding casero con caramelo al ron o sorbete de limón al cava.