El juego del libro es un juego antiguo del mismo estilo que el Charlie Charlie y la Ouija, pero de un carácter un poco más didáctico. Solo pueden jugar dos personas (si juegan más, no ocurre nada) y se necesita un libro de color rojo, a poder ser de tapa dura y sin imágenes en la portada. Se deben apagar las luces y se recomienda utilizar velas de color rojo para iluminar el escenario.
Uno de los participantes deberá preguntar: “Libro rojo, ¿puedo entrar a tu juego?” A continuación, debe abrir el libro por una página aleatoria y señalar un punto con el dedo índice. Al leer esa parte, el libro te devolverá una respuesta.
Las cinco reglas a cumplir son:
Utilizar un libro rojo de tapa dura sin imágenes.
Como mínimo, una vela roja debe iluminar la habitación.
La persona que pregunta debe apoyar la palma de su mano en la tapa y decir la pregunta con los ojos cerrados.
Sin abrir los ojos, tiene que abrir el libro e indicar un punto, donde encontrará la respuesta.
Si la respuesta es incoherente, la pregunta puede haber sido mal formulada o tal vez no se haya establecido contacto aún. Si la respuesta tiene coherencia, el juego habrá comenzado.
Si deseas poner fin a la partida, debes pedir permiso y hablar con el “ente” de forma tranquila buscando las palabras adecuadas. Es importante no estar nervioso para no transmitir inseguridad al espíritu. El juego finalizará cuando el espíritu lo desee.
Si quieres salir debes:
Dar gracias al espíritu por haber jugado contigo.
Pedir permiso, usando palabras claras y recuerda no sucumbir ante los nervios.
Cerrar el libro lentamente, con mucho cuidado y con los ojos cerrados. La vela roja debe estar apagada con agua bendita. Después, hay que rezar el “Ave María” y el “Padre Nuestro”.
Decir lo siguiente: “Que los buenos espíritus me rodeen, que el ente con el que me comunique esté en paz y no guarde rencor. Amén.
Comprobar que todo esté bien.
