Todos conocemos la marca de helados la menorquina, que desde 1940 lleva refrescando nuestros paladares en los calurosos veranos y es todo un símbolo de la heladería de calidad. Y por esa misma calidad experta, podemos utilizar sus productos en nuestro beneficio para crear deliciosas recetas con acabados muy vistosos, todo ello con el ahorro que supone no tener que elaborar el helado base.
Y es que si el tiempo es oro, desarrollar la receta de un helado supone que lo debamos tener preparado de antemano y lograr la textura adecuada para que el resultado sea perfecto. Por ello, como decíamos, podemos emplear como apoyo un helado ya creado por La Menorquina para desarrollar recetas más complejas y en las que la decoración suponga el acabado final para crear un postre profesional.
Para crear estos postres helados tan sólo debemos proveernos de algunos ingredientes que podemos comprar fácilmente, como las socorridas frutas del bosque que dan un toque de color al plato: arándanos, frambuesas, moras o grosellas; y otros frutos para aprovechar su carne, como mango, kiwi o fresas; o los frutos secos: nueces, pasas, pistachos o avellanas para dar un toque crujiente y ese matiz cálido al postre.
También es posible sacar partido de otros elementos que se están empezando a ver en los supermercados y que resultan cada vez más asequibles para todos: flores comestibles, que quedan de fábula y son muy originales por traer un toque de naturaleza a nuestros platos; menta, hierbabuena y otras hierbas verdes para dar toques clásicos y elegantes; o licores como el amaretto o el cava, que combinan muy bien con el helado.
Estos productos ya elaborados de La Menorquina me parecen muy útiles porque están muy trabajados y a la vez resultan muy caseros, aparte de poseer un amplio catálogo que recientemente he descubierto y que podemos utilizar en infinidad de postres. Un ejemplo sería la crema catalana la menorquina, que a mí en especial me cuesta que quede con la textura perfecta como la de este producto ya elaborado. En La Menorquina la confeccionan con helado de biscuit y un preparado de yema y azúcar caramelizado, consiguiendo un resultado excepcional en uno los postres más laureados de la gastronomía catalana.
En especial destacaría también las porciones individuales, que ya poseen unos acabados magníficos y con los que podemos realizar postres muy sofisticados. Por ejemplo, teniendo un Paraiso Silvestre podemos acompañarlo con una mousse y unos frutos rojos; o un Paraiso Tropical lo podemos acompañar con una cesta de frutas y bizcocho; una Tarta Poker Crocant queda de maravilla con una combinación de frutas como ciruelas, uvas rojas y frambuesas; mientras que un Kyübu, que es un cubo de mousse de chocolate negro con bizcocho y galleta crocante en su interior, podemos decorarlo con raíces de chocolate confeccionadas con cobertura de chocolate solidificada.
Existen numerosos productos ya elaborados de La Menorquina con los que es posible realizar algunas preparaciones simples (o más complejas si queremos ponernos cocinillas) que quedan espectaculares. Podemos visitar su página web, ya que en la sección «La academia del postre» disponemos de un delicioso recetario para emular, pero si nos sentimos inventivos, también podemos improvisar para elaborar con poco esfuerzo nuestras propias creaciones y así lograr resultados muy atractivos.
