Cómo hacer pizzas caseras

Uno de los placeres que tenemos en esta vida es poder degustar una auténtica pizza casera elaborada de forma artesanal. Vamos a explicaros la receta para preparar la masa y luego daros algunas ideas para las distintas coberturas que podéis elegir.

Ingredientes para hacer una pizza de tamaño mediano y grosor fino:

– 160 gramos de harina para pizza
– 100 militros de agua templada
– Una cucharilla (de las pequeñitas) de sal fina
– Una cucharada (de las grandes soperas) de aceite de oliva virgen extra
– Unos 5 o 6 gramos de levadura fresca / 2 gramos de levadura seca

Elaboración:

Templamos el agua en el microondas levemente (con tenerla unos 10 segundos bastará), y disolveremos en ella la levadura batiéndola con unas varillas.

En un bol disponemos la harina y la sal, y agregamos el agua con la levadura. Mezclamos con una cuchara hasta que la masa quede bien ligada y homogénea.

Preparamos una superficie limpia sobre la que poder amasar la mezcla. Para ello, enharinamos nuestras manos previamente, y así evitamos que la masa se nos pegue a las manos. Si vemos que la masa se pega demasiado a nuestras manos o la superficie, iremos agregando harina a la masa; eso si, sin pasarnos, y solamente para favorecer que la masa sea manejable y no se adhiera mucho, ya que de lo contrario, la masa perderá elasticidad y se romperá.

Una vez amasada, colocamos la masa de nuevo en el recipiente anterior y vertemos la cucharada sopera de aceite por encima. Nos ayudamos de la misma cuchara para mezclar bien el aceite con la masa, y colocamos la masa en la superficie para amasar de nuevo. Veremos cómo la masa absorbe el aceite.

Una vez mezclado, confeccionamos una bola con la masa y la dejamos reposar en el bol, haciéndole una cruz con un cuchillo en la parte superior para que pueda fermentar bien. Dejamos reposar unas tres o cuatro horas aproximadamente; si la dejamos más tiempo, tampoco pasa nada.

masa pizza

Para un correcto proceso de levado, es bueno que el sitio donde dejemos fermentar la masa esté templado, a unos 20ºC ó 25ºC grados. Así la masa puede crecer perfectamente, hasta el doble de su tamaño. Aun así, si no lo hace, no debemos preocuparnos, ya que el único problema será que la masa será menos elástica y nos costará más extenderla con el rodillo.

Cuando hayan pasado las tres o cuatro horas, amasamos de nuevo la mezcla dándole la forma que queramos a la pizza, ya sea redonda o más rectangular. Enharinaremos la superficie de amasado para facilitar la tarea, e igualmente, si vemos que la masa se pega al rodillo, espolvorearemos algo de harina por encima.

Un consejo para que la pizza quede más crujiente, es realizar un prehorneado de la masa sola antes de disponer los ingredientes por encima. Con meterla en el horno uno o dos minutos a unos 250ºC grados bastará.

Ahora llega el momento de preparar la pizza. En la mayoría de casos necesitamos una salsa de tomate y queso mozzarella como base, sobre la que dispondremos nuestros ingredientes preferidos. Para preparar la salsa de tomate, os refiero a un artículo anterior, «Cómo hacer tomate para pizza«. Otro ingrediente muy recurrente es el orégano, que nos servirá para espolvorear la pizza antes de meterla a hornear y le dará un toque muy bueno.

Podemos hacer una simple pizza margarita, que lleva la salsa de tomate, mozzarella y albahaca, o bien hacer una pizza vegana empleando solamente un surtido de verduras. Otra variante es de carne picada, o bien de chorizos y jalapeños. También marinara, añadiendo aceite de oliva y ajos a la salsa de tomate. O de pollo picante, preparando el pollo con pimentón en una sartén, y añadiendo pimiento rojo con ajo.

Más combinaciones serían: pera, jamón y gorgonzola; pollo, queso brie y arándanos; berenjena, queso y jamón; queso de cabra y bacon; atún y jamon york; salmón y rúcula; y un sinfín de ingredientes muy recurrentes que quedan siempre bien en cualquier pizza mientras nos gusten (jamón york, jamón serrano, atún, anchoas, champiñones, huevo, salami, cebolla, aceitunas, piña, maíz, pimiento, etc.).

Algunas más originales son: de setas y nueces; bonito, berenjena y cebolleta; bacalao con pasas; aguacate, verduritas y jamón; berenjenas con foie; gambas, almejas y champiñones; espárragos con yema de huevo; y un largo etcétera en el que se puede apostar por mezclar sabores y texturas para hallar nuestra nueva pizza preferida.

Finalmente el horneado de la pizza lo haremos con unos 7 u 8 minutos como máximo a uno 250ºC grados, aunque puede que dependa de la clase de horno que tengamos.

pizza casera

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